Los entrerrianos tiene que estar muy tranquilos porque en el automovilismo siguen teniendo referentes de primer nivel. El experimentado Gurí Martínez ya no esta solo y uno de sus ahijados deportivos sigue su mismo camino. Mariano Werner en San Juan demostró que no solo es un piloto rápido y con futuro, sino que ya es un consagrado con un gran talento y con muchas cosas por conseguir. El bicampeón de la Fórmula Renault en la competencia de TC 2000 se dio el gusto, en su octava competencia, de ganar aunque sea una clasificatoria y de puntear casi el 70% de la gran final. Una final electrizante con varios candidatos a la victoria y con Werner tomando la punta desde el comienzo apelando a todo tipo de artimañas, siempre dentro de la ley, para conservar el liderazgo de la carrera con un auto que estaba un escalón por debajo de los restantes postulantes al triunfo. Primero fue Christian Ledesma el que lo padeció, luego volvió loco al mismísimo Guillermo Ortelli, más adelante se aguantó al Campeón Matías Rossi, y soportó dos autazos, de Rossi primero y Pechito López después. El pibe corrió bárbaro y brilló entre las máximas figuras de la categoría. Por momentos nos hizo acordar al estilo cauto, cuidadoso y extremadamente defensivo del Gurí cuando se adueña de la punta. Seguramente algo del máximo ídolo de Entra Ríos Mariano tuvo que captar, y ponerlo en práctica en una circunstancia que lo tuvo como uno de los principales protagonistas. El resultado final tal vez (5º) tuvo gusto a poco, pero fueron los primeros puntos gordos en su corta carrera en el TC 2000. El 'Pichón' de Gurí ya ha aparecido. Solo habrá que pulir algunos detalles para que se transforme, en un futuro no muy lejano, en un gran Campeón de cualquiera de las categorías principales de nuestro país. En hora buena, ha llegado el tiempo de recambio, el automovilismo lo agradece.
por marcelo mercado

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