A los 43 años, el Gurí se siente un pibe. El ídolo del Ovalo venció por segunda vez en el Autódromo.
De gurí, se dice que provendría del hebreo. Se cree que así llamaban los padres a sus hijos, hace siglos y siglos. "Mi león cachorro", era el sentido del apelativo. El diccionario de la Real Academia Española lo detalla como niño o muchacho, calificación usada sólo en Argentina y Uruguay. En el manual del Turismo Carretera, Gurí va con mayúscula. Siempre. Y su sentido es contradictorio. Porque Gurí tiene 43 años, unas cuantas canas y casi más de 500 carreras desde que largó en su provincia. También se dicen de él varias cosas. Que es áspero como talón de croto para ser superado en la pista y que corriendo desde atrás es más molesto que mosca de velorio. Sin embargo, la contradicción es más profunda aún. A pesar de que será el más veterano en pelear este título 2009 de TC, el sí tiene con qué defender la fecha de vencimiento de su seudónimo. "Todavía disfruto de cada carrera como si fuera la primera. No pienso en el retiro. Me siento igual que en el debut, tengo los mismos nervios". El que habla es Omar José Martínez, ganador ayer en Buenos Aires. El que aún se siente un gurí.
Ayudado por el infantil error de Pechito López, Martínez definió todo en el inicio. Ya había ganado la segunda serie más veloz con un sorprendente Mariano Werner detrás. El pibe de Paraná, con rasgos similares al Martínez de hace 20 años, se subió al segundo auto del equipo y estaba para el podio. Es más, en los primeros metros se coló detrás del Gurí. Hasta que papelitos y pasto (¡qué sucia estaba la pista!) taparon el radiador y el motor se quedó sin un cilindro. "Mi auto no iba bien en el Ciervo y Mariano se me venía detrás. Cuando vi que paró pensé que se me venían todos, pero empezaron a pelear y me escapé. Me favoreció que nunca entró el pace car. Y el error de Pecho. El tenía un autazo de Salotto a Ascari. Si no se equivocaba iba a ser difícil ganarle", cuenta Martínez, que suma 25 triunfos, empardando a Ortelli, los dos más ganadores en actividad.
-¿Qué significa esa estadística para vos?
-Todo sirve. También me fijo que pasé mucho tiempo sin ganar en Buenos Aires (cinco años), las carreras son así... Nunca me compararía con Ortelli. El tiene cuatro campeonatos más y es más joven.
-Pero son los dos ídolos de Ford y Chevrolet. La gente lo hace notar.
-Eso es por serle fiel al público del TC. Es único lo que genera esta categoría y a la gente hay que respetarla. Yo no soy tribunero ni de aparecer por los medios, pero la gente me prefiere así. Así soy en la vida y en la pista.
-Ganaste dos de Top Race, ahora una de TC. ¿Son rachas?
-Hasta el año pasado decía que no creía, je. Pero ahora sí. Es increíble. Hay épocas en que no te sale nada, nada. Y ahora llegó Werner al equipo y peleó la carrera. Habrá que aprovechar.
-Fontana dijo que quería llegar a vos para mostrar que podían doblar a la par, por lo de Balcarce...
-Sí. Pero creo que si no salió bien aquella maniobra no fue culpa mía. ¿Por qué lo voy a llamar para pedirle disculpas, como escuché por ahí? Si yo no fui responsable. Todos corremos para ganar y creo que no se va a cerrar otra vez...
-¿Fue duro quedar afuera del playoff en 2008?
-Una experiencia más de la vida. Un golpe duro, no estaba acostumbrado a andar atrás o a llevar un número tan grande (NdeR: tiene el 10, nunca había usado dos dígitos desde 1995).
Casi mareado, pidiendo agua a gritos, así llegó Martínez a la conferencia. En voz baja contó el secreto: "El diferencial estuvo a punto de romperse. El aceite llegó a 250 grados. Tenía tres lucecitas rojas prendidas y en las últimas cinco o seis vueltas iban titilando. Y yo, rezando". Así son las carreras, hermano. Ayer te tocaba a vos.
GUAUUU... EN POSADAS GANO VENTRICELLI
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Luciano Ventricelli logró su primera victoria en la séptima fecha de la
temporada 2011 de TC Pista, que se llevó a cabo este fin de semana en el
autódromo ...
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